Literatura de mierda.
Si algo he aprendido en este año y
medio en el que lleva abierto mi blog y mi cuenta de Instagram
dedicada únicamente a libros, es que hay muchísima gente, que como
yo disfrutamos de la literatura, y nos da igual el género. A mí me
encanta la fantasía, la romántica y la new adult y si ya se mezcla
todo pues soy más feliz que una perdiz. Pero para mucha gente no soy
buena lectora, no soy buena lectora porque no me gusta Carlos Ruiz
Zafón, por ahora no he conectado con el autor, cosa que no
signifique que no lo haga en un futuro, ni que no respete a la gente
que le gusta. Soy una persona con gustos muy extensos, entre mis
autores favoritos se encuentra Tolkien, Rowling, Almudena Grandes,
Alice Kellen, Maggie Stiefvater, Leigh Bardugo, Erika Johansen … y
no me parecen gustos incompatibles.
Para mí la literatura es una vía de
escape de la realidad, con la literatura vivo aventuras que jamás
viviría en la vida real o me convierto en una persona más social,
más atrevía, menos tímida de lo que soy en la vida real. Por eso
me gusta leer y compartir mis lecturas, me gusta ver como vosotros
también os convertís en una mejor versión de vosotros mismos.
Por eso cuando menosprecian la
literatura juvenil me pongo de los nervios. La literatura juvenil se
denomina así por el simple hecho del público al que va dirigido,
peor no significa que sea de mala calidad o una literatura de segunda
categoría. Yo soy muy fan de Tolkien, y El hobbit es uno de mis
libros favoritos, y no sé si lo sabréis pero el libro lo escribió
para sus hijos (cuando tenían entre 10 y 15 años). así que por esa
regla de tres El hobbit es un libro de literatura juvenil fantástica
y no me parece un libro de mierda.
Podría aceptaros que hay libros o
tramas que dejan mucho que desear, pero esto no sucede solo en la
literatura juvenil, sino que sucede en todo tipo de literatura, desde
la infantil hasta la literatura contemporánea.
Puedo entender que gente que no lee o
que no lee asiduamente piense que el último libro de Pérez-Reverte
es canelita en rama, y que claro apareces tú con un libro de
Jennifer L. Armentrour y eres pura escoria lectora. Y puedo
entenderlo porque el humano es así, buscamos cualquier excusa por
creernos mejores que otros, para así sentirnos mejores con nosotros
mismos, pero no lo respeto, ni lo voy a hacer nunca.
Y, por mucho que me pese, yo he vivido
en mis propias carnes que me infravaloren por la literatura que leo,
y por si fuera poco era por parte de mi familia. Mis padres siempre
me han apoyado a que lea todo lo que me gusta y parte de mi
biblioteca es gracias a ellos. Pero los problemas venían en Navidad
o por mi cumpleaños, yo siempre pedía libros, pero nunca me
regalaban ni uno. Por lo contrario a mi primo sí que le regalaban
libros, ya que él lee a Jaume Cabré, Dan Brown y otros autores que
a mi familia sí que le parecen dignos de regalar. Solo he conseguido
que me regalasen dos libros, uno fue Los hijos de Hurin de Tolkien, y
el otro Cumbres Borrascosas de Emily Brontë. Al principio me
cabreaba, no entendía porque yo alguien que realmente es feliz con
un libro me privaban de ello e incluso hacia que me avergonzase un
poco de las lecturas que elegía. Hasta que un día dije basta, si
ellos no quieren compartir conmigo la felicidad que me produce
recibir un libro no es mi problema, me rodea mucha gente que si lo
hace.
Dejando un poco la literatura juvenil,
también me gustaría hablar de lo infravalorada que esta la
literatura romántica, me da la sensación que si te gusta la
romántica también eres un lector de segunda. Pero me vuelvo a
remontar a Tolkien en el Silmairlion, libro que recoge los relatos de
la primera edad, entre estos relatos encontramos el de Bereth y
Luthien (que justamente hace unos meses se ha publicado su libro)
este realto es un relato de amor entre una elfa y un humano y las
pruebas que tienen que pasar para estar juntos. Vamos, yo lo veo como
el argumento de cualquier libro de literatura romántica. Pero claro
no es lo mismo decir que lees a Tolkien a que les a Betacoqueta,
escritores que yo admiro por igual, pero que al parecer la gente no
lo puede entender.
Mi conclusión es que la gente juzga la
literatura por la categoría que le damos, porque al fin y al cabo el
término de literatura juvenil es una forma de catalogar un tipo de
literatura en concreto, pero eso no significa que sea de mejor o de
peor calidad.
Y desde mi humilde posición os quiero
dar un pequeño consejo, cada vez que os hagan sentir mal por leer un
tipo de literatura no os calléis, sino que alzad la voz y
reivindicad la literatura que más os gusta.
Yo soy una a joven de casi 24 años (me
quedan dos días) a quien le encanta leer literatura fantástica,
juvenil y new adult, y la romántica, no me suelen gustar los ensayos
ni la poesía, pero eso no me hace menos lectora y realmente alabo a
todo aquel que es capaz de conectar con la poesía.
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