La Gran Vía.

by - noviembre 02, 2018

NUESTRA 5ª AVENIDA PARTICULAR




La primera vez que aterricé en Madrid fue en el año 2010, yo tenía 16 años y había venido con mis compañeros de clase de viaje de fin de curso. Recuerdo que estaba emocionada porque era la primera vez que visitaba la capital y además lo hacía con mis amigos. Tengo muchos recuerdos muy bien guardados de esa semana, pero el recuerdo más vivo que tengo es lo impresionada que me dejó la Gran Vía. Habíamos paseado por ella durante el día y la verdad es que no le había prestado especial atención, pero todo cambió cuando después de cenar fuimos a dar una vuelta por el centro de Madrid y de repente me encontré en medio de la Gran Vía. Y me enamoré. Me enamore de la cantidad de gente que paseaba por esa calle arriba y abajo, algunos paseaban como nosotros, otros iban corriendo de un lado a otro. Me enamoré de los carteles luminosos de publicidad, me enamore de los carteles de los teatros. A lo mejor pensaréis que es una estupidez, pero me sentí como si estuviera en una película, como si estuviera paseando por la quinta avenida de Nueva York. Creo que ahí me di cuenta de que Madrid era una ciudad hecha para mí. Desde ese momento, quise formar parte de la ciudad, y ahora que por fin puedo decir que aquí estoy “Viviendo el sueño madrileño” sigo fielmente enamorada de la Gran Vía, por mucho que siga descubriendo rincones maravillosos de la ciudad, la Gran Vía siempre será ese primer amor que por mucho que pasen los años seguirá formando parte de tu vida, por ser el primero, por ser aquel con el que descubriste tantas cosas. Así que si venís a Madrid en algún momento no os olvidéis de pasear por la Gran Vía de noche, absorbiendo toda su magia y frescura. Y si sois de aquí disfrutarla como si fuera la primera vez, olvidad el tráfico, la gente que corre, los turistas despistados, olvidad todo y os enamoraréis de la calle más bonita de Madrid.

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